- ¿Tienes los objetivos claros de lo que quieres hacer? Es decir, ¿Sientes motivación por el proyecto que estás poniendo en marcha? ¿Sientes una energía que te impulsa a pensar en él como una fuente de ideas y de emoción que te embarga y que te estremece?
- ¿Eres disciplinado? Esto es que tengas fuerza de voluntad para tener un horario de trabajo y cumplirlo.
- ¿Te centras en buscar la solución cuando llega el problema? O por el contrario ¿te centras en el problema y te atascas porque no hallas la solución?
- ¿Eres creativo y flexible a la hora de afrontar los problemas que te llegan? A lo que me refiero es que seas capaz de vivir con la «incertidumbre» de no tenerlo todo atado, y estar dispuesto a cambiar de actitud, de enfoque o de paradigma cuando así lo requiera la situación.
- ¿Eres un buen comunicador? (Entre tú y yo, esto lo vas a necesitar y mucho)
- ¿Eres organizado? Tener los objetivos claros es solo el principio. Luego tendrás que contar con herramientas para planificar y sobre todo, saber hacerlo para que el día no se te vaya en un suspiro habiendo hecho dos cositas intrascendentes. Tendrás que aprender a dejarlo todo bien atado para que tooooooodo lo que tienes que hacer, se convierta en beneficios para tu empresa.
- ¿Reconoces y corriges tus errores? Importante, porque te vas a equivocar y mucho.
- ¿Arriesgas? Esto significa que una vez que conoces la información, y has investigado sobre el tema te lanzas a ver qué pasa. Si tu respuesta es no, es mejor que no empieces tu negocio. Emprender es arriesgar.
- ¿Eres experto en tu negocio? Los emprendedores que consiguen ser empresarios, es porque conocen el mundo donde tienen su empresa del derecho y del revés, no hay nada (o casi nada) que se le escape.
- ¿Sabes contabilidad? Algo tienes que saber, para no derrochar al tuntun tus finanzas.
- ¿Estas preparado para trabajar jornadas de hasta 16 horas, y hasta 7 dias durante muchas semanas consecutivas? Sí, ya lo sé, que trabajas para ti para trabajar menos, pero eso pasa a largo plazo, antes has de dejar muchas cosas atadas, y te aseguro que a corto plazo no ves los resultados y te frustras. Si tienes el aguante suficiente y luchas por tus sueños, el trabajo se verá recompensado. La clave aquí es la persistencia y constancia.
- ¿Sabes tomar decisiones bajo presión? LLevar una empresa no es fácil. Y las decisiones más importantes casi siempre te llegan cuando más agotado estás o cuando más urge tomarlas (y bajo presión)
- ¿Sabes delegar? Uy uy esto cuesta ¿eh? pero ¿Sabes dejar que otros se ocupen de tareas que tú no dominas? ¿Sabes cuando alguien en quien tú confias, esta preparado para asumir una de las acciones que tú has hecho hasta ahora, para poderte ocupar de otras cosas?
¿Qué tal el autochequeo? Si respondes que si a la gran mayoría de las preguntas (digamos 10 sí y 3 no), ¡Eres emprendedora!
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